Esta escarpa al noroeste de Riad ofrece vistas panorámicas. Solo hay que buscar una roca interesante o un buen ángulo desde el que mostrar la altura a la que se encuentra este lugar. Los fósiles de la zona parecen cobrar vida en la hora dorada y son perfectos para sacar otra foto al atardecer.
Es difícil superar un atardecer en el mar Rojo, pero merece la pena buscar algún añadido, como el sol poniéndose tras la fuente del Rey Fahd o esperar hasta que los últimos colores del ocaso se combinen con las lámparas de estilo mameluco de la calle Al Andalus. Cuando el cielo adquiere tonos pastel, merece la pena ir hasta la mezquita flotante, que parece navegar sobre las olas.
Después de recorrer cada rincón de este pueblo de piedra de 400 años de antigüedad, vaya hasta la carretera que hay enfrente del mismo para ver cómo se ilumina al atardecer. Así, mientras la pálida pizarra destaca sobre las montañas, entenderá por qué se le llama pueblo de mármol.
El contraste entre el azul del lago y el dorado de las dunas es asombroso a cualquier hora del día, pero realmente brilla al atardecer. Busque un lugar alto para contemplar cómo los colores del ocaso tiñen el agua, la arena y el cielo. Aunque el lago Asfar (o lago Amarillo) es la estrella del espectáculo, no pierda de vista las dunas ni los pequeños detalles de la orilla.
Prepare bien su visita para disfrutar de la puesta de sol, ya que las paredes altas del cañon adelantan la hora dorada. Abajo, busque las zonas de agua que reflejan las formaciones rocosas. Si tiene la oportunidad, suba a un lugar elevado para ver con perspectiva toda la grandiosidad del valle Al Disah.
Para cuando el sol se ponga, es probable que ya esté camino a la isla principal tras un día por las islas de la zona. Es el momento ideal para sacar fotos a contraluz de los barcos o incluso de los delfines. Si ya está en la isla principal, puede sacar fotos en los alrededores de Beit Al Refai o en las numerosas playas de la isla.
La recompensa por subir hasta el borde del cráter Al Wahbah es poder contemplar cómo el sol tiñe el fondo blanco del cráter. Busque un ángulo desde el que pueda capturar los últimos rayos cayendo sobre el borde del cráter.
Lo que ocurre con Al Soudah es que casi no tiene vistas malas, por lo que suele haber mucha gente. Suba hasta un buen mirador de Jabal Sawda y espere a que empiece el espectáculo. Un objetivo zoom le ayudará a sacar fotos espectaculares de la puesta de sol entre las cumbres. Pero ¡cuidado!, que no le distraigan las vistas, los babuinos están siempre al acecho de las sobras.
Los alrededores del castillo de Tarut son ideales para ver el atardecer sobre la isla de Tarut, especialmente por la mezquita que hay justo debajo. Si no quiere subir, los charcos le permitirán sacar el reflejo del castillo y las palmeras.
Este parque único de la Ciudad Económica Rey Abdalá o KAEC está repleto de curiosos setos podados en forma de animales. Si ya tiene la tarjeta llena de puestas de sol sobre dunas y montañas, en este lugar podrá sacarse un selfi con un seto en forma de camello.
¿Va a viajar a Arabia Saudí? Guarde este artículo y si saca fotos de la hora dorada, no se olvide de utilizar el hashtag #AtardecerSaudi en Instagram.
- Leah Schmidt