La región de Jizán está cargada de historia y cultura y ha mantenido su vitalidad a lo largo de los años.
Las islas Farasan son un archipiélago situado frente a la costa de Jizán, conocido por sus idílicas playas blancas y vistas a paisajes vírgenes.
Desde la playa de Al Muwassam, en el sur, a la de Al Shuqaiq, en el norte, la agradable costa de Jizán es perfecta para pasar unas vacaciones en familia y andar descalzo por la arena, flotar en aguas de ensueño o relajarse y disfrutar del sol del verano. Los complejos de la zona ofrecen un amplio abanico de deportes acuáticos, paseos en barco y salidas para pescar. Otra opción es visitar las cafeterías y restaurantes que hay junto al mar y sacar la foto perfecta de la puesta de sol mientras bebe o pica algo.
Contacte con uno de los centros de buceo de Jizán para organizar una excursión privada y descubrir un maravilloso y exótico mundo submarino. Las cálidas aguas están repletas de peces de colores y formaciones coralinas, y también están salpicadas de islas desiertas. Los buceadores podrán ver tortugas, dugones y mantarrayas, además de recorrer pecios ya deteriorados por el agua de mar. Quienes prefieran la superficie también podrán ver grandes maravillas: hacer snorkel es todo un placer en estas aguas claras.
Las preciosas e idílicas islas Farasan, la joya de la corona de Jizán, son el punto de partida de miles de aventuras. Solo tres de las 264 islas están habitadas de forma permanente, mientras que el resto es en su mayoría un santuario marino. Son las islas de las playas de arena blanca, los manglares, los riscos en el interior y los cielos azules, hogar de gran variedad de aves y fauna, como la gacela arábiga, el pelícano rosado y bandadas de flamencos. No hay mejor plan que recorrer las islas, hacer snorkel en la costa y acabar el día con una hoguera bajo un cielo estrellado.
Viaje de forma responsable
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