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La región también acoge muchos lugares de interés. Es imprescindible visitar Diriyah, capital original del primer estado saudí. Esta zona de visita obligada está al noroeste de la capital y alberga Al Turaif, un barrio de adobe minuciosamente restaurado. Este barrio, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2010, nos permite conocer el extraordinario patrimonio del país. Este museo vivo esconde galerías de historia y cultura entre sus ruinas. También merece la pena visitar los restaurantes y cafeterías que se están abriendo en las sinuosas calles del cercano distrito de Al Bujairy.
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Quienes busquen tranquilidad pueden dirigirse al norte de la ciudad, al Fin del Mundo, donde la extensa escarpa de Tuwaiq ofrece imponentes vistas a las áridas llanuras.