Bienvenido a Diriyah, cuna del primer estado saudí, histórico punto de encuentro de peregrinos y comerciantes, y hogar de uno de los proyectos de patrimonio más ambiciosos del reino.
Los curvos muros de adobe de Diriyah, a las afueras de Riad y construidos en el oasis que surge de la ribera de Wadi Hanifa, albergaron una vez una próspera ciudad del desierto, toda una potencia en cultura y comercio. El distrito principal de Al Turaif, donde destaca la ciudadela, fue la primera sede del poder de la familia Saúd. En 1727 la ciudad fue designada capital del país, sentando así las bases de lo que más tarde sería una Arabia Saudí unificada.
Diriyah cayó a finales de 1818 y cedió el título de capital de la nación al cercano asentamiento de Riad. En 2010, la Unesco declaró las ruinas de Al Turaif Patrimonio de la Humanidad y, desde entonces, se ha llevado a cabo en la zona un cuidadoso plan de restauración con el fin de recuperar su legado histórico. Aunque todavía se están haciendo obras en Diriyah, hay muchos sitios históricos que ya están abiertos al público.